¡Qué Papa, papá!

22 03 2013

Estuve siguiendo el día a día las elecciones papales.
¿Qué loco no? Todo un país, todo un planeta quizás, viendo de qué color es el humo que sale de una chimenea, mientras puertas adentro Don Bergoglio hacía su primer asado para los cardenales.
Ahora, digo yo, ¿no es tiempo ya, de que avisen si hay nuevo Papa por Twitter u otro medio de comunicación masivo? Algo así por ejemplo: @VaticanoOfficial said: «It’s Bergoglio!» #habemuspapam #papalelection
Estamos en la era informática y ellos siguen avisando como indios, con señales de humo. Porque si al menos te aparecieran figuras hechas con humo, corte:
El dedo pulgar arriba para decir que hay papa.
El dedo del medio para avisar que no hay papa por culpa de un salame que votó en contra.
Dos dedos en V para informar no sólo que hay un papa, sino que además, es peronista.
El pulgar y el meñique para señalar que el papa es rockero.
Toda la palma en posición horizontal para avisar que God is a DJ. Lee el resto de esta entrada »





Un Post Pochoclero

5 09 2012

Harry Potter y la Cámara Séptica
La vida después de Hogwarts no es lo que Harry imaginó.
Ya egresado del colegio de magia y hechicería, Harry busca desesperadamente trabajo de mago sin conseguirlo. La solución: Limpiar y pulir cámaras sépticas.
Limpiandum Mierdosa -grita avasallante Harry al lanzarse sin pensarlo, y de un salto, a la cloaca, de lo que alguna vez, fue su colegio.

Querida, em… Cogí a los niños
Un cura cuenta a la madre superiora divertidísimas historias, tiñéndolas de fantasías, que vivió junto a los niños del colegio que administraba.
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Resultados Censo 2010: Soy 100% Idiota.

7 12 2010

I. Bueno, pasado otro censo más, no puedo no hacer eco de ello.
Obviamente, este censo me recordó aquel que viví, 10 años atrás, en plena adolescencia.

En aquellos tiempos, «el país se caía a pedazos». Un tipo de bigote en la tele repetía: –No le abran la puerta, el censista les puede robar– con lo que yo, en un estado de fobia total, decidí atender a mi censista en la puerta, con una 9mm en la cintura.
Al sonar el timbre, recuerdo que abrí la puerta con la mano izquierda, pero solamente para poder asomar mi ojo. La mano derecha, atrás, lista para desenfundar ante la mirada de aquel malévolo censista.
Y allí estaba «ella», mi censista.
Joven, morocha, con anteojos y muy sonriente pese a sus horas caminando.

Yo no sé por qué, pero teniendo todo un día para visitar las diferentes casas, pasan casi de madrugada, tomándome de imprevisto.
Dado que se da un día feriado para censar, la noche anterior, obviamente, se sale a bailar.
Podrán imaginar mi aspecto. Lee el resto de esta entrada »





Joya, Nunca Taxi

9 04 2010

1. Miércoles por la mañana. Nublado gris oscuro. Llueve. Son los típicos días en los que tenemos diez mil excusas para quedarnos en cama y una sola para levantarnos. Lamentablemente ésta última tiene el peso de veinte mil excusas, y sí, hay que hacerlo.

Al dirigirme al baño veo el reflejo en un espejo rajado en su esquina, como todo espejo de baño, un rostro parecido a la muchacha de la película «The Ring». Al pasarme el peine por el pelo, emula el mismo sonido que ella hace en la película.

Es curioso, pero cuando llamo un taxi para irme, tarda eones en llegar. Pero eso sí, cuando lo llamo y entro al baño para hacer «de lo segundo» aunque sea un rapidín, en el mejor momento (ese que te hace sonreir pese al olor nauseabundo), suena la bocina (con ese sonido de alarma que todo taxi tiene) y arruina la escena.

Desalineado, mal descansado y, obviamente, malhumorado por el momento que me hizo pasar el taxista, me aparezco yo en la puerta de mi casa con la camisa salida del pantalón y un pelo rebelde que no deja que lo peine.

El taxi es de esos viejos Peugeots 504. Esos, que al acelerarlos, suenan como la licuadora de la mamá. Atrás tiene la calco de «No corro, vuelo bajito» y el cartelito en la puerta de «Cierre despacio» en ese amarillo chillón.

La puerta no abre, obviamente, por lo que el taxista debe estirar su cuerpo y jugar con la puerta un momento hasta que ésta decide abrirse. Lee el resto de esta entrada »